Realidades que hoy dejan un sabor más bien agridulce, con tintes de mucha tristeza, por ejemplo, en los hinchas del Real Valladolid que preside el brasileño Ronaldo Nazario, hundidos por caer a segunda división.
Tampoco fue fiesta el Santiago Bernabéu en el cierre de temporada del Real Madrid, pese al empate con el Athletic de Bilbao que le permitió a los capitalinos conservar el segundo lugar de la liza detrás del Barcelona y por encima del Atlético de Madrid.
Aunque marcó su último gol con la camiseta merengue, el número 354, Karim Benzema se marcha de la “casa blanca” después de 14 temporadas, con 25 títulos en su mochila, cinco de ellos Champions League.
Un adiós sorpresa, porque hasta hace una semana se daba por hecha la renovación de su contrato por un año más. Junto a Benzema, que al parecer firmará por cifras estratosféricas con un equipo de Arabia Saudita, también se despidieron el español Marco Asensio, el belga Eden Hazard y el hispano-dominicano Mariano Díaz.
Cuatro delanteros que obligarán al Real Madrid a ir al mercado con urgencia, sin que se sepa todavía si mantendrá a dos veteranos, el alemán Toni Kroos y el croata Luka Modric, y de la continuidad de Dani Ceballos y Nacho Fernández.
De la fecha final, aparte de la eliminación del Valladolid, junto con el Elche y el Espaynol, destacó la clasificación del Osasuna en séptimo lugar de la justa local, con el cual accederá a la Conference League en la próxima temporada.
El conjunto rojillo, como se le conoce, fue finalista de la Copa del Rey, que perdió con el Madrid, y ahora, tras vencer al Girona ayer 2-1, logra un puesto europeo de gran mérito para un club de modestos recursos procedente de Pamplona, Navarra.
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