La Fiscalía General de la República (FGR) indicó que el crimen perpetrado en la madrugada del 16 de noviembre de 1989 fue obra del exmandatario perteneciente al partido de derecha Alianza Nacionalista Republicana (Arena) y un grupo de militares.
El testigo Emilio Ponce (ya fallecido) refirió que ahí estuvo Cristiani, tenemos otros testigos que también lo ubican en el lugar y que también afirman que él estuvo de acuerdo y autorizó los hechos que desencadenaron esas muertes, sostuvo el fiscal del actuante.
En total son ocho imputados, además de estos también está Rodolfo Parker, un exdiputado prófugo que es incriminado por un testigo por ofrecer un millón de colones para que no se mencionara a los altos mandos de la Fuerza Armada y Cristiani en la masacre de los jesuitas.
Elementos de la causa indican que Parker, quien para ese entonces era el jurídico del Ministerio de Defensa, pidió al teniente José Ricardo Espinoza Guerra, que al momento de rendir declaración no podía decir que cumplió una orden del alto mando de la Fuerza Armada y del exmandatario arenero, quien es también prófugo y con orden de captura.
Cristiani está en el ojo del huracán, luego de que el presidente Nayib Bukele iniciara la campaña contra la corrupción el 1 de junio con el decomiso de sus propiedades en el país, que los últimos informes valoran en más de 10 millones de dólares.
Algunas fuentes señalan que el político de derecha llegó “quebrado al gobierno y salió millonario”.
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