De acuerdo con la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), en la provincia de Manabí, las precipitaciones propiciaron el desbordamiento del río Pescadillo, lo que provocó inundaciones en la zona baja de la ciudad de Flavio Alfaro allí.
La SGR detalló que personal del Cuerpo de Bomberos, la Cruz Roja y la Policía Nacional ayudó con la evacuación de los habitantes afectados por la crecida.
Entretanto, en la provincia de Esmeraldas, el número de personas afectadas por las inundaciones ascendió a poco más de 14 mil, mientras unas 840 permanecen en alojamientos temporales y casi mil 500 han sido rescatadas.
Hasta el momento, no se han reportado víctimas mortales, pero sí personas con asfixia e hipotermia atendidas por socorristas.
Varios esmeraldeños criticaron al presidente Guillermo Lasso por la falta de ayuda y muchos temen por una crisis sanitaria en esa localidad donde el lodo acumulado en las calles se mezcla con las aguas de alcantarillas y pozos sépticos.
También en la zona hay niños que comienzan a presentar malestares estomacales y alergias, advirtieron los vecinos.
Esmeraldas vive una tragedia, que se suma a los problemas de pobreza e inseguridad.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos, 50,2 por ciento de la población de esa provincia está en situación de pobreza, pues uno de cada dos habitantes vive con menos de 2,96 dólares al día.
El Instituto de Meteorología e Hidrología (Inamhi) aclaró que las intensas lluvias que golpearon a Esmeraldas no tienen relación con el fenómeno de El Niño, aunque hay pronósticos de que ese evento climatológico, previsto para el segundo semestre, también causará abundantes precipitaciones.
Aunque la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos anunció que el mencionado evento comenzó, el Inamhi aclaró que en el país sudamericano las consecuencias se registrarán de octubre a noviembre.
El Niño podría agravar el panorama, principalmente en las localidades de la costa, y acarrear escasez de alimentos ante la probable pérdida de cultivos.
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