Comienza ahora otro viaje de análisis y publicación de resultado con el fin de proteger nuestros mares, destacaron hoy los auspiciadores de La España Azul, esta nueva aventura de Dean, quien en 2013 inició la Marcha mundial por la naturaleza y el planeta Tierra.
Durante tres años, Dean viajó a cuatro continentes, 31 países y 33 mil kilómetros en solitario, sin asistencia e ininterrumpidamente para documentar el cambio climático.
Luego, en 2018 y 2019 inició la Expedición Nemo, desafío que le llevó a unir nadando los cinco continentes para lanzar un mensaje de conservación de los océanos.
La España Azul es una iniciativa que trata de poner de relieve lo que está pasado en playas, costas y litorales del país.
“No es algo exótico que ocurre más allá de nuestras fronteras. Y tenemos todos, una responsabilidad, tanto en aquello que hacemos tierra a dentro, como en aquello que hacemos en mar abierto”, resaltaron los organizadores.
Nacho Dean ha recorrido paisajes marítimos, comenzando en el País Vasco y en las costas de Cantabria, Asturias, Galicia, Canarias, Andalucía, Murcia, Valencia, Baleares hasta atracar en Cataluña.
En esta etapa, indicaron las fuentes desde Barcelona, donde tuvo lugar el encuentro sobre, se puso broche final a la primera parte de la expedición que se sustenta en tres pilares: explorar, aprender y proteger.
Para este año el objetivo es tener un informe sobre macro-basuras y limpieza de las playas y una valoración científica de micro-plásticos en las aguas oceánicas y marítimas en 2024.
“Nunca he visto a nadie limpiándose los oídos en una playa, el residuo viene de más lejos, viene de nuestras casas (…), pero esos residuos que llegan al océano también provienen de las alcantarillas y de los ríos que arrastran todo lo que dejemos en tierra, para acabar en el fondo de nuestros mares”, reflexionó Nacho Dean.
Por su parte, el secretario de Estado de Sostenibilidad, Hugo Morán, recalcó durante el acto de cierre de esta etapa de España Azul, que “la basura marina genera un importante impacto socioeconómico, amenaza la salud y seguridad humanas y produce efectos negativos en los organismos y hábitats marinos”.
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