Aunque la cifra corresponde a una encuesta realizada en 2022, a diario es posible ver en las calles de esta nación andina menores que limpian zapatos o venden cualquier tipo de mercancía en semáforos o en el transporte público, solos o acompañados de sus padres.
Al conmemorarse este 12 de junio el Día Internacional contra el Trabajo Infantil, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) aseguró que en 2022 desvincularon a tres mil 588 menores en condiciones de mendicidad y encargados de buscar ingresos para ellos o sus familias.
La cifra es pequeña en comparación con la cantidad de infantes obligados, por diferentes circunstancias, a ejercer labores que los obligan a apartarse de los estudios y obstaculizan su desarrollo y bienestar integral.
La falta de empleo en los hogares, la pobreza y la situación de movilidad de ciertas personas, conlleva a muchos menores a abandonar las actividades propias de su edad para trabajar, apuntan los estudios sobre el tema.
De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, el término «trabajo infantil» suele definirse como toda faena que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
La Organización Internacional del Trabajo instituyó el primer Día Mundial contra el Trabajo Infantil el 12 de junio de 2002, como forma de poner de relieve la gravísima situación de los niños que sufren esta situación.
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