Según el diario L’Equipe, la superestrella francesa de 24 años remitió su decisión por escrito el lunes a la cúpula del club parisino, lo que significa que su estancia con el uniforme rojiazul adquirió fecha de caducidad: el 30 de junio del 2024.
La prensa gala, en particular medios especializados o que siguen al PSG, como la cadena RMC Sport y Le Parisien, baraja la lógica opción de que el Qatar Sport Investments decida vender al futbolista en el cercano mercado veraniego de fichajes, para impedir que el nativo de Bondy se marche libre.
Un balde de agua fría para los que han destinado, sin éxito, millones de euros a fabricar una plantilla capaz de conquistar Europa y su símbolo, la copa “Orejona” de la Champions, y caldo de cultivo para las especulaciones mediáticas acerca del nacimiento de un nuevo culebrón.
Las pistas de los últimos días sugerían cierta tranquilidad para el equipo que tuvo que conformarse con el título de la Ligue1 en la campaña que ya es historia, después de la salida del astro argentino Lionel Messi para Miami y el despido del entrenador Christophe Galtier, ratificando los aires de reestructuración.
El propio Mbappé había asegurado el 28 de mayo, tras recibir por cuarto año consecutivo el premio de mejor jugador de la Ligue1, que la próxima temporada estará en la Ciudad de la Luz.
“El año que viene jugaré en el PSG, todavía tengo contrato, y lo cumpliré”, dijo entonces.
Apenas unos días después se hizo viral el comentario del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, quien expresó a un aficionado que el campeón del mundo de Rusia-2018 y subtitular de Qatar-2022 se vestirá de merengue, “pero no este año”.
La decisión de “Kiki” de no ejercer la temporada adicional (2024-2025) podría cambiar las cosas y pone entre la espada y la pared a los de Qatar, con la disyuntiva de privilegiar lo deportivo o lo económico.
El PSG apostó fuerte por convertirse en el club rey del planeta fútbol, con la creación del tridente galáctico Mbappé-Messi-Neymar, todo un fracaso en la cancha más allá de números individuales, al tener que conformarse con celebrar el título doméstico en las dos últimas campañas, una corona ya habitual en la “era qatarí”.
De acuerdo con RMC Sport, la noticia molestó a la cúpula del club parisino, que al parecer asumió la carta como un ejercicio innecesario de presión de parte del atacante.
En efecto, el cinco veces consecutivas líder goleador en Francia, igualando la hazaña de Jean-Pierre Papin, tenía hasta el 31 de julio para activar la cláusula de la campaña adicional, y de no hacerlo, su contrato automáticamente quedaría hasta el 2024.
La historia apenas comienza, en la cual no faltará el ingrediente político, se asegura que el propio presidente Emmanuel Macron intervino para convencer a Mbappé de prolongar el año pasado su presencia aquí, no olvidemos que París acogerá los Juegos Olímpicos del 2024, y el goleador es todo un símbolo de la capital.
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