«Todos los riesgos de radiación están bajo vigilancia, todo está en calma, no hay superaciones de las normas en ninguna parte, la situación está bajo control», declaró Skvortsova durante una reunión con el presidente Vladimir Putin, destacó la agencia de noticias Sputnik.
La central nuclear de Zaporozhie, la mayor de Europa, se encuentra cerca de la ciudad de Energodar, a orillas de un embalse que sufre actualmente una descarga descontrolada de agua tras el derrumbe del dique de Kajovka, más abajo en el curso del Dniéper.
La planta cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene una capacidad total de seis mil megavatios. Las seis unidades de generación están apagadas, para minimizar el riesgo de su exposición al conflicto armado en curso.
Desde marzo de 2022, la central permanece bajo control de militares rusos, quinees alegan que su presencia persigue proteger la instalación para evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos.
Rusia y Ucrania se acusan periódicamente de disparar contra instalaciones de la central, que en múltiples ocasiones se quedó sin fuentes de alimentación externa de energía eléctrica.
Desde hace ocho meses observadores del Organismo Internacional de Energía Atómica permanecen en la central de Zaporozhie con el objetivo de constatar su seguridad.
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