En declaraciones a Prensa Latina tras su encuentro con el embajador de la isla aquí Luís Mariano Fernández Rodríguez, el directivo explicó que varios aparatos necesarios para el tratamiento de numerosas enfermedades dejaron de funcionar debido a estas sanciones.
Además de las restricciones impuestas para importar insumos médicos, muchos equipos necesitan piezas de repuesto que las empresas extranjeras temen suministrarnos por temor a ser sancionadas, aclaró.
Al-Amin reveló que en el hospital, los equipos de tomografía computarizada y de resonancia magnética no funcionan porque le faltan componentes que hace meses no se logra importar.
Calificó de mera hipocresía las afirmaciones de Occidente de levantar parcialmente las sanciones después del terremoto ya que todas las restricciones se mantienen igual.
Impusieron sanciones a nuestro hospital como si fabricáramos bombas atómicas aquí, y el mínimo respecto a los derechos humanos exige que los alimentos y medicamentos no sean sometidos a sanciones, consideró.
En junio del 2020, Washington impuso de manera unilateral nuevas sanciones extraterritoriales contra Siria bajo el nombre de Ley César, destinada a asfixiar a Damasco.
Las autoridades de Damasco aseguran que las políticas de bloqueo y la imposición de medidas económicas coercitivas unilaterales han sido parte de las ciegas disposiciones coercitivas de Occidente y la otra cara del terrorismo que derramó la sangre de los ciudadanos de esta nación árabe.
A su vez, la relatora especial de las Naciones Unidas, Elena Dohan, consideró que estas medidas unilaterales equivalen a crímenes de guerra, exacerban el sufrimiento de los sirios e impiden la recuperación y reconstrucción.
Antes de la guerra que comenzó en 2011, Siria disponía de 70 plantas de medicamentos cuya producción cubría el 93 por ciento de las necesidades del mercado nacional y, además, exportaba a más de 44 países.
Las acciones terroristas causaron la destrucción y salida de servicio de 19 instalaciones, sin embargo, el Gobierno logró reactivar esa industria y las plantas que en el año en curso llegaron a 100, cubren el 85 por ciento de las necesidades.
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