Tanto en Brasil como en España el tema sigue en el foco, pero desde Valencia, donde el pasado 21 de mayo fue objeto de numerosos insultos, se justificó la actitud de una parte del público dentro y fuera del estadio de Mestalla.
Reiteran que son respuestas sin sesgos raciales y que responden a las provocaciones del jugador hacia los hinchas, apuntó un espacio información de la televisora La Sexta. A Vinicius le gritaron mono, negro y otros improperios en el interior y los exteriores de Mestalla, como se puede apreciar claramente en varias grabaciones de videos.
Por otra parte, Felipe Silveira, asesor personal del futbolista del Real Madrid, hizo pública una denuncia formal a la Policía, tras informar que había recibido un plátano por parte de un guardia de seguridad en el estadio del Espanyol el sábado, antes del partido entre Brasil y Guinea.
Parece que en España no consideran el racismo como un delito (…) las autoridades, los jefes de seguridad, todos lo minimizaban y trataban de decir que era algo normal ahí, eso es cultura española y la vida que sigue, comentó otra persona cercana al círculo de Vinicius.
Antes del inicio del encuentro amistoso, se hizo un minuto de silencio contra el racismo y los jugadores se arrodillaron en el campo de juego como gesto de protesta.
El partido se jugó en Cornellá de Llobregat, municipio de Barcelona, donde el delantero del Real Madrid portó el 10 por la ausencia del lesionado Neymar. Y por primera vez en 100 años de historia, la “canarinha” usó uniforme negro en el primer tiempo del cotejo, en rechazo a los hechos de racismo ocurridos contra Vinicius en Valencia.
Antes, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, visitó la concentración de Brasil en Barcelona y se reunió con Vinicius, al que nombró al frente del primer comité antirracista del máximo organismo mundial del fútbol.
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