Ante la Asamblea General de la Naciones Unidas, el directivo precisó que el organismo otorgará mil 500 millones de dólares para ayudar a las federaciones y confederaciones a lidiar con la crisis provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
Además, insistió en el gran compromiso de la máxima institución del balompié en el orbe en la lucha contra la corrupción y el arreglo de partidos.
La nueva FIFA aprendió de las experiencias pasadas, afirmó para referirse al escándalo que provocó un cambio de autoridades en el seno de la entidad en 2015.
Según Infantino, para contrarrestar ese flagelo y evitar cualquier abuso, el organismo creó un sólido mecanismo de gobernabilidad financiera, con balances certificados y revisiones separadas.
‘La manipulación de los partidos, aunque relativamente rara, tiene un impacto devastador sobre la integridad del juego, de las competencias y de los equipos’, aseveró.
Por otra parte, adelantó que la FIFA afrontará todas las denuncias recibidas sobre abusos sexuales y acosos contra futbolistas menores de edad.
Las organizaciones deportivas deben disponer de medidas preventivas y de medios apropiados para responder a esas preocupaciones o acusaciones, subrayó.
En ese sentido, informó que la entidad prepara un programa de apoyo a las federaciones, el Fifa Guardians Program, y la ONU evalúa crear un centro internacional para el deporte seguro, independiente, interdisciplinario, multigubernamental y multiagencia.
También hizo alusión al acuerdo de la FIFA y la Oficina de la ONU contra la Droga y el Crimen y su compromiso de tolerancia cero contra la corrupción.
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