En declaraciones al portal digital Primicias, el oceanógrafo Franklin Ormaza agregó que los picos más altos de precipitaciones serían entre febrero y marzo de 2024.
El investigador recordó que el país andino ya vivió un Niño devastador en 1982 y en 1997. En los 80, ocasionó daños por 650 millones de dólares para el sector productivo, detalló.
Asimismo -dijo- solo en la ciudad de Guayaquil, en la provincia de Guayas, el Instituto de Meteorología e Hidrología estimó en esa época que las precipitaciones acumuladas excedieron los cuatro mil milímetros cúbicos de agua.
Esta semana se supo que Ecuador carece de una reserva estratégica de arroz, maíz y soya para enfrentar las consecuencias de ese evento climático, que afectará principalmente la zona costera.
Por su parte, La Secretaría de Gestión de Riesgos estima que 2,3 millones de personas de 17 provincias serán afectadas por la presencia del fenómeno meteorológico, principalmente por las inundaciones o deslaves en El Oro, Guayas, Los Ríos, Manabí y Esmeraldas.
Mientras tanto, el presidente Guillermo Lasso tiene previsto enviar tres decretos ley a la Corte Constitucional y el más urgente de ellos buscará implementar reformas económicas para enfrentar los efectos de El Niño, según informó el ministro de Gobierno, Henry Cucalón.
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