En un artículo publicado en el diario La Estrella de Panamá, el abogado e historiador Jaime Flores evocó la participación de Fidel en la X Cumbre Iberoamericana bajo el lema “Unidos por la niñez y la adolescencia, base de la justicia y la equidad en el nuevo milenio”, los días 17 y 18 de noviembre.
Según su opinión, esa reunión hubiera pasado sin mayor trascendencia, a no ser por lo ocurrido el día 17, con la denuncia del jefe de Estado de la nación caribeña al sostener ante la prensa en el Paraninfo de la Universidad de Panamá un plan puesto en marcha por el terrorista Luis Posada Carriles.
El extremista planificaba volar al día siguiente la instalación con explosivos C4, durante un encuentro del mandatario cubano con grupos de estudiantes y del movimiento popular, rememoró.
Según Flores, aquella tragedia se evitó a tiempo, y de haberse producido, serían cientos o miles de muertos, dado que la onda expansiva habría estremecido el hospital de especialidades y la comunidad de Viejo Veranillo, próximos al Aula Magna.
Al día siguiente, añade, la Policía Nacional, informó sobre la captura de Posada Carriles y sus acompañantes, Pedro Crispín Remón, Guillermo Novo Sampoll y Gaspar Jiménez, todos con un extenso prontuario de delitos cometidos en el extranjero y arrestos.
Desactivada la operación descrita, el encuentro se realizó sin mayores percances, como comentó el dirigente estudiantil entonces Jorge González, quien resaltó la asistencia de miles de estudiantes, las fuerzas gremiales, el movimiento popular panameño y la ciudadanía general.
Aunque el proceso legal a los imputados enfrentó diversos obstáculos en 2024, añadió Flores, al final el juzgado emitió sentencia el 20 de abril y declaró responsables a los terroristas, por la consumación de distintos delitos cometidos.
Sin embargo, en medio de una contienda electoral, la expresidenta de la República, Mireya Moscoso, a punto de terminar su mandato, otorgó un indulto a los condenados, pronóstico que se cumplió el 25 de agosto de ese mismo año, pese a la solicitud remitida al istmo por Cuba y Venezuela, de que fuesen extraditados por acciones terroristas realizadas en ambas naciones.
Los estamentos de seguridad, denunció, procedieron a llevar en la madrugada del 26 a Posada Carriles y sus otros cómplices al aeropuerto de Tocumen, bajo el mayor sigilo.
En la mañana, el país se enteraba con indignación sobre la forma como había sido burlada la justicia, agregó.
La trascendencia de aquellos sucesos y la valentía de Fidel al denunciar los planes de atentado, con su presencia física, fueron resaltados en el mismo lugar, 23 años después, con la visita a inicio de esta semana del Héroe de la República de Cuba Fernando González.
El diputado y presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, dijo que para Los Cinco- como se conoce a los antiterroristas cubanos (además de Fernando, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y René González) que cumplieron injustas condenas en el norteño país por alertar a su país de maquinaciones violentas-, aquella denuncia hecha pública fue un inmenso estimulo y orgullo en medio de un difícil y amañado proceso penal.
La característica de Fidel, agregó, de siempre irle de frente al peligro, y con toda decisión asumir las circunstancias por complejas que sean, caracterizan la voluntad del pueblo de enfrentar la hostil política de Washington, remarcó.
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