La cifra de muertos por la represión de esta milicia, apoyada y financiada por Estados Unidos, ascendió a siete, mientras 30 resultaron heridos y 150 fueron detenidos, agregaron.
Las fuentes aclararon que pese al toque de queda impuesto y el uso excesivo de fuerza, los indignados bloquearon las calles y carreteras con neumáticos incendiados y piedras, y se apoderaron de varias posiciones y punto de control de FDS sobre los cuales izaron la bandera nacional.
Asimismo, varios medios confirmaron la deserción de 35 armados integrantes de esa agrupación y su incorporación a los manifestantes.
Por otro lado, las tribus y clanes de la provincia de Alepo acordaron continuar el levantamiento hasta que Manbij vuelva al control del Estado sirio. La sangre de los caídos no va en vano y no habrá marcha atrás en la rebelión, afirmó una nota emitida por ellos.
Las manifestaciones y acciones armadas contra las Fuerzas Democráticas de Siria experimentaron notable incremento en las últimas semanas en las diferentes localidades bajo su dominio en el norte y nordeste de esta nación árabe.
Prácticas como el reclutamiento obligatorio de jóvenes, el servilismo a Estados Unidos, el robo del crudo y de los cultivos, además del desalojo de familias de sus casas por su cercanía a las bases norteamericanas, provocaron la indignación de los pobladores que incrementaron sus acciones de protesta y resistencia armada contra esa agrupación.
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