Esta situación obligó al cierre de playas, la cancelación de espectáculos, advertencias a conductores por visibilidad reducida, la recomendación a los ciudadanos para que eviten permanecer en exteriores y hacer ejercicios físicos en espacios cerrados.
Precisamente, en la capital estadounidense se emitió código rojo por mala calidad del aire, aunque se pronostica una mejora en las condiciones para el fin de semana.
Los servicios de meteorología informaron que dos sistemas presentes en el noreste del país, así como la dirección del viento, crearon un ambiente favorable para que el humo impacte en la región.
Las autoridades ambientales de Canadá anticiparon que la temporada de incendios continuará allí muy por encima de lo normal hasta septiembre y que unos 250 arden “fuera de control”.
El humo que cubre Estados Unidos provocó alertas de calidad del aire para los estados de Nueva York, Iowa, Wisconsin, Illinois, Indiana, Michigan, Delaware y Maryland, así como para zonas de Kansas, Misuri, Minnesota, Ohio, Pensilvania, Virginia y Carolina del Norte.
Las partículas PM 2,5 que se transportan son un contaminante diminuto, pero peligroso que al inhalarse penetra profundamente en el tejido pulmonar y en el torrente sanguíneo, indicaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Problemas de salud, como asma, enfermedades cardíacas y otras afecciones respiratorias se relacionan con el efecto de esas partículas.
mem/dfm