De tal forma, la proyección confirma la tendencia de alianzas del PP con la ultraderecha, un dibujo que puede acentuarse si el grupo encabezado por Alberto Núñez Feijóo derrota a la izquierda del actual presidente, Pedro Sánchez, y del movimiento Sumar.
Entonces, Feijóo, de no lograr mayoría absoluta en las elecciones generales del 23 de julio, tendría que negociar con Vox, que muy probablemente entraría en el nuevo Ejecutivo.
Por lo pronto, PP y Vox gobernarán de conjunto en Extremadura, y ya antes pactaron lo mismo en Castilla y León hace poco más de un año y hace un par de semana en Valencia, tras los comicios del 28 de mayo.
“Tengo interés de ver cómo el PP va a explicar lo de Extremadura, después de que la candidata del PP dijera que nunca iba a gobernar con los machistas y con los que desprecian a los inmigrantes. Ahora van a entrar en el gobierno», dijo este viernes el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
La marcha atrás de María Guardiola, quien en un primer momento se mostró muy crítica con Vox y sus posturas negacionistas de la violencia contra la mujer, la igualdad de género y el cambio climático, ratificó que la organización de Feijóo no tendrá remilgos para las alianzas con la ultraderecha con la meta de reconquistar el Palacio de la Moncloa.
Guardiola, figura del PP en Extremadura, será la presidenta de esta Comunidad Autónoma.
Vox se ha convertido en clave para el PP, además de las regiones mencionadas, en Baleares, Murcia y Aragón.
A pesar de los datos económicos muy positivos, que elevan actualmente a España a la cabeza de la Unión Europea (UE) en el control de la inflación y crecimiento, los sondeos se mantienen en contra del Gobierno de Sánchez.
Ayer se conoció que la inflación cayó más de un punto en junio para situarse en 1,9 por ciento interanual debido a la ralentización del alza del precio de los carburantes, la electricidad y los alimentos.
Según datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el guarismo de 1,9 es 1,3 puntos menor al de mayo (3,2 por ciento) y 2,2 unidades inferior a la de abril (4,1).
Cumple con los objetivos del Banco Central Europeo (BCE) del dos por ciento y consolida la idea de que la economía española regresa a sus estadísticas más sólidas antes de la pandemia.
Asimismo, se distancia considerablemente del momento más álgido el pasado año, en julio de 2022, cuando llegó al 10,8 por ciento de inflación. En relación con sus vecinos de la zona euro, es líder ya que el resto logró 6,1 por ciento interanual en mayo, según Eurostat.
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