Fuentes del Ministerio del Interior, citadas en medios de prensa, mencionaron casi 300 automóviles destruidos por las llamas y 34 estructuras afectadas, entre ellas, un puesto policial y una Gendarmería.
En términos de daños y de detenidos, la del domingo para lunes se considera la noche-madrugada menos violenta desde que el martes un agente hiriera mortalmente a Nahel durante un control vehicular en el distrito de Nanterre de la Región Parisina.
La trágica muerte del adolescente de 17 años atizó la polémica por la violencia y el racismo policiales en Francia, con protestas que escalaron de nivel local a nacional, generando el despliegue de más de 40 mil uniformados, toques de queda y suspensiones de circulación del transporte público.
También aumentó con los hechos el debate político en torno a la actuación de las fuerzas del orden y la emigración, este último promovido por la extrema derecha.
El presidente Emmanuel Macron encabeza una célula de crisis y recibirá hoy a los presidentes de la Asamblea Nacional y del Senado, Yaël Braun-Pivet y Gérard Larcher, respectivamente.
Para mañana, el jefe de Estado francés tiene previsto un encuentro con alcaldes de más de 200 ciudades y comunas golpeadas por la violencia.
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