El informe se presentará previo al Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el 12 de junio, y contiene las últimas cifras de niños que laboran a nivel mundial y por regiones, y de los que corren un riesgo adicional debido a la pandemia de la Covid-19.
Incluirá también desgloses por edades y los más recientes datos sobre los menores que realizan trabajos peligrosos, a lo que se suma una evaluación de la manera en que el progreso hacia la erradicación de ese flagelo es afectado por la crisis sanitaria y económica que vive el mundo.
En agosto de 2020 los 187 Estados miembros de la OIT alcanzaron la ratificación universal del Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, el cual permite a todos los infantes tener protección jurídica frente a ese mal social, el cual se estima afecta a 152 millones de infantes.
Actualmente el 70 por ciento de todo el empleo infantil tiene lugar en el sector agrícola y obedece principalmente a situaciones de pobreza y a las dificultades de los padres para encontrar un empleo decente, de acuerdo con la OIT y la Unicef.
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó por unanimidad declarar al 2021 Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, acción que permitió disminuir su incidencia en casi un 40 por ciento de 2000 a 2016, a raíz del aumento y la adaptación de legislaciones y políticas eficaces en los países.
No obstante, los avances fueron menores en los últimos años, y como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, existe un riesgo real de un retroceso, con un aumento por primera vez en 20 años, a menos que se adopten medidas adecuadas.
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