La solicitud consigna que en esas dos semanas la Policía deberá usar sus agentes para controlar el orden durante las movilizaciones que demandarán la renuncia de la presidenta de la República, Dina Boluarte, y nuevas elecciones generales, entre otros puntos.
Argumenta que las manifestaciones hacen necesario el máximo empleo del personal policial en la tarea de controlar el orden, lo cual significa que la institución no podrá disponer de agentes para resguardar los partidos de fútbol y controlar a la hinchada, que frecuentemente protagoniza peleas callejeras y otros disturbios.
El pedido policial implica la virtual suspensión del torneo de la primera división de fútbol durante dos semanas, pues los juegos del torneo requieren de control policial.
Además de los partidos del campeonato local, la pausa futbolística afectaría el partido de ida de una repesca clasificatoria a la segunda fase de la Copa Suramericana de Clubes, entre Universitario de Perú y Corinthians de Brasil, previsto para el 18 de julio.
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