Un informe sobre la situación detalló que las víctimas perdieron la vida entre el lunes y este miércoles, pese a las labores de emergencia acometidas para minimizar pérdidas humanas y materiales en medio de tormentas, inundaciones, deslaves y torrentes de montaña.
Chongqing continúa en estado de alerta por la vulnerabilidad de 24 distritos y la crecida de más de 80 ríos en su territorio.
El presidente chino, Xi Jinping, ordenó priorizar la vida de la población y tomar las medidas necesarias para proteger en lo posible los bienes.
En ese sentido, demandó mejor coordinación y consulta entre los distintos departamentos del Estado vinculados a la prevención y manejo de contingencias por fenómenos naturales.
Aparte de Chongqing, las provincias de Shaanxi y Sichuan igualmente presentan un panorama complicado por la persistencia de aguaceros intensos, con daños de consideración en la vida social, la infraestructura y los cultivos.
Los reportes dan cuenta de comunidades aun aisladas, miles de evacuados y zonas inundadas por completo.
Mientras, los ministerios de Finanzas y Manejo de Emergencias erogaron 320 millones de yuanes (más de 44 millones de dólares) para respaldar las tareas de rescate y la atención a los damnificados por los desastres asociados a las lluvias en 16 regiones del país, incluido Chongqing y Sichuan.
El sur, centro y este de China desde el mes pasado registran abundantes precipitaciones, en tanto el norte sufre el embate de temperaturas muy elevadas que igual dejaron saldo mortal y obligaron a decretar alertas rojas.
Las autoridades meteorológicas este miércoles pronosticaron calor extremo para Hebei, Beijing, Tianjin, Shandong, Henan, Hunan, Jiangxi, Fujian, Guangdong y Xinjiang, y urgieron a la población evitar mantenerse mucho tiempo en exteriores.
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