En declaraciones a Prensa Latina, el académico señaló que la lucha revolucionaria en Nicaragua no es nueva, sino que se remonta a la de los criollos con los españoles y los nacionalistas contra los estadounidenses.
“Hilvanar la resistencia indígena ante la colonia, los movimientos independentistas, la rebelión de los criollos contra los peninsulares, consolida una verdadera independencia con tributos culturales propios de la nación, un sentimiento antimperialista en contra de la injerencia extranjera”, manifestó.
Expresó que La Revolución de 1979 en Nicaragua nutre de pasión y de razón la restitución de los seres humanos que tradicionalmente no habían tenido opinión en esta nación centroamericana.
“Aquí los obreros, campesinos, mujeres y las personas analfabetas, eran seres humanos de segunda categoría, pero la Revolución le restituye y le da oportunidades para equipararse, además de brindarles los subsidios necesarios mientras alcanzan su competitividad”, acotó.
Comentó que ese proceso se vuelve heroico no sólo por los 50 mil muertos que lo hacen triunfar, sino por otros 50 mil que lo defienden de una agresión imperialista liderada por Estados Unidos, país condenado hoy en el máximo tribunal de justicia internacional.
Diaz-Lacayo recordó que Después de la experiencia de la Revolución cubana, la sandinista conglomeró el mayor número de voluntarios para la reconstrucción moral y material de un país.
En ese sentido, mencionó los distintos logros económicos y sociales alcanzados por el Gobierno del presidente Daniel Ortega y la vicemandataria Rosario Murillo tras el retorno al poder en el año 2007.
Al respecto, ejemplificó con el sistema de educación gratuito y de calidad, con el cual se busca formar anualmente a miles de niños, adolescentes y jóvenes; así como el desarrollo de la salud a través del programa familiar y comunitario que impulsa el Ejecutivo.
Aludió al más reciente estudio de opinión pública de la encuestadora M&R Consultores, el cual refleja que el 78,9 por ciento de la población nicaragüense entrevistada aprueba la gestión del Gobierno, mientas el 78,6 cree que conduce al país por la dirección correcta.
El experto detalló que dichos resultados muestran una confianza en la gobernabilidad y una percepción de futuro, lo cual permite tener garantías que admitan hacer de los deseos de los nicaragüenses la libertad para el desarrollo.
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