Una auditoría publicada por Servicios Indígenas, por ejemplo, encontró que en los últimos 13 años estos pueblos tuvieron más de mil 300 emergencias relacionadas con dichos siniestros, que dieron lugar a una cifra superior a las 580 evacuaciones y ocasionaron problemas a más de 130 mil personas.
El reporte de CTV News abundó que aunque estos pobladores representan aproximadamente el cinco por ciento del total nacional, han sufrido el 42 por ciento de los desplazamientos ocurridos por incendios forestales en la última década.
La experta Amy Christianson declaró a la fuente noticiosa que una de las razones por las que las comunidades indígenas se ven afectadas de manera desproporcionada es por su ubicación.
“Muchas de ella a menudo son remotas y tienen un camino de entrada y un camino de salida”, expresó.
Mientras que las personas que residen en áreas urbanas pueden verse afectadas por el humo de los incendios forestales, los indígenas que viven en primera línea sufren las consecuencias en su sustento y en su relación con la tierra.
“No solo les está cambiando la vida solo por tener que evacuar, sino que también están perdiendo áreas de ese territorio donde realizan sus actividades culturales como la subsistencia y la caza”, aclaró.
Debido al cambio climático y sequías más altas de lo normal, el país experimenta actualmente la peor temporada de incendios forestales de su historia en términos de intensidad.
El Centro Interagencial Canadiense de Incendios Forestales comunicó que durante el primer semestre de 2023 se carbonizaron más 76 mil kilómetros cuadrados de bosques y otros terrenos.
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