Los llamados Cocodrilos se impusieron en cinco juegos al retador Artemisa, elenco que nunca antes había avanzado a la postemporada y dejó una grata impresión pese a ganar solo un partido.
Chocaron en cuartos de final con una de las bandas más completas de la actual serie nacional y acostumbrada a jugar en playoffs, donde, además de herramientas competitivas, se necesita dominio emocional para resolver las situaciones estresantes.
Los matanceros igualaron el récord de once semifinales en 12 campañas consecutivas, marca registrada por Pinar del Río entre los torneos 32 y 43, cuando solo estuvo fuera de los cuatro grandes en la justa 38.
La racha exitosa de los Cocodrilos comenzó en la serie 51 cuando la dirección del plantel fue encomendada al ex jardinero central de equipos Cuba, Víctor Mesa.
En ese lapso Matanzas apenas ha subido a lo más alto de podio una vez, al doblegar a Camagüey en la final del campeonato de 2019, y suma además cuatro subtítulos y cinco bronces.
Varios expertos coinciden en que a pesar de algunas bajas por fichajes en ligas profesionales extranjeras, el plantel de Armando Ferrer clasifica entre los principales candidatos al cetro este año.
Cuentan con jugadores de experiencia en circuitos de linaje, entre ellos el ex Grandes Ligas Erisbel Arruebarrena, Yadil Mujica y Rubi Silva con currículo en ligas menores estadounidenses y Yurisbel Gracial, integrante hasta la campaña pasada de Halcones de SoftBank en la principal competencia pofesional del béisbol japonés.
A ellos se integran el cácher Andrys Pérez y los lanzadores Naykel Cruz y Renner Rivero, integrantes de la selección nacional a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador.
No obstante, los expertos consideran que las ausencias de los pícheres Yoanni Yera y Yamichel Pérez, insertados en ligas de México y Canadá, respectivamente, demandan mayor eficiencia del staff.
Clasificaron a playoffs en sexto lugar, pero una vez dentro mostraron su potencial en series de muerte súbita, lo cual adquiere mayor influencia en uno de los torneos de más baja calidad en la historia del béisbol nacional.
Cualquier adversario en semifinal sabe que lidiará con una armada compacta y el tándem de abridores jóvenes integrado por Naykel y Renner está ganando en confianza al asumir partidos de alto perfil.
Las opciones de los Cocodrilos de discutir el título por cuarto año seguido pasan fundamentalmente por su despliegue ofensivo de todos los calibres, apoyado en hermética defensa y un picheo manejado con precisión por los entrenadores.
Si tomamos como referente la situación de los duelos inconclusos en cuartos de final, el oponente de los matanceros en semifinal podría ser Las Tunas, líder en la fase preliminar y único invicto en la postemporada tras barrer en cuatro juegos a Ciego de Ávila.
Para muchos conocedores del deporte nacional en Cuba, ese enfrentamiento sería una final adelantada, aunque el también posible choque con Industriales asegura mucha rivalidad y espectáculo.
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