Al intervenir en una reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la Agencia de Desarrollo de la Unión Africana, celebrada en Kenya, el mandatario destacó la importancia de implementar proyectos para reducir las emisiones de carbono y facilitar el acceso a las energías renovables.
El Sisi expresó que la lucha contra esa problemática debe aplicar los principios de justicia y equidad al tener en cuenta el desafío del endeudamiento y el alto costo de financiamiento.
África es uno de los continentes más afectados por el cambio climático y sus efectos, como se observa por el aumento de la sequía y la desertificación y la creciente escasez de recursos hídricos, subrayó el gobernante, citado por un comunicado oficial de su oficina.
Ante esos desafíos, instó a la región a avanzar en la integración económica y la construcción de infraestructura crítica, como el proyecto de enlace de navegación entre el Mar Mediterráneo y el Lago Victoria y la carretera terrestre entre El Cairo y Ciudad del Cabo.
Es necesario continuar los esfuerzos para fortalecer el papel del sector industrial africano y su participación en las cadenas de valor agregado a nivel mundial, apuntó.
También consideró clave intensificar los esfuerzos con socios internacionales y organizaciones financieras para encontrar soluciones efectivas para abordar la crisis de la deuda.
La ministra egipcia de Medio Ambiente, Yasmine Fouad, alertó este fin de semana sobre la creciente brecha de los proyectos de energía renovable entre los países ricos y los menos desarrollados.
Es necesario trabajar para facilitar el acceso a tecnología renovable efectiva, otorgar subvenciones y financiamiento en condiciones favorables a las naciones en desarrollo, subrayó.
En varias oportunidades, las autoridades de El Cairo reclamaron a los países desarrollados cumplir su promesa de entregar 100 mil millones de dólares anuales a las naciones con menos recursos para combatir el cambio climático.
Según el Banco Africano de Desarrollo, la región requiere más de 145 mil millones de dólares anuales para enfrentar el cambio climático hasta 2030.
La adaptación a este fenómeno podría costarle al continente al menos 50 mil millones de dólares anuales para 2050.
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