Se trata de una contraofensiva que contempla todo el país para limpiar de células durmientes de Daesh (acrónimo en árabe para Estado Islámico), que en 2014 ocupaba dos tercios de todo el territorio iraquí.
El vocero de las Fuerzas Armadas iraquíes, Yahya Rasoul, confirmó que, con datos de Inteligencia, los militares identificaron y arrestaron a 12 terroristas.
Las células durmientes de los extremistas intensificaron sus acciones en los últimos meses como parte de maniobras estadounidenses para revivir a esos grupos en el país árabe, destacaron medios locales.
En diciembre de 2017, Bagdad proclamó una derrota estratégica sobre Daesh, pero este último sigue operativo con dichas células, las cuales realizan acciones esporádicas contra centros poco protegidos.
Durante los últimos meses tropas del Pentágono trasladaron de Siria a Iraq a familiares de los terroristas, camuflados dentro de los cuales hay, según sospechas, elementos radicales.
Washington intenta justificar su presencia militar en el país, tras una resolución aprobada por el Parlamento iraquí que los obliga a retirarse.
Iraq y Estados Unidos sellaron un acuerdo de seguridad mediante el cual las tropas norteamericanas volvieron en 2011 a la nación árabe para combatir a Daesh, después de la invasión y ocupación de 2003 que derrocó al presidente Saddam Hussein.
Las Unidades de Movilización Popular, una agrupación armada irregular adjunta a las fuerzas armadas de Iraq, califican de ocupantes a los militares estadounidenses y advirtieron que reanudarán sus operaciones contra los intereses de Washington en el país.
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