En mayo pasado, los republicanos bloquearon la propuesta de la bancada contraria que trató de defenestrar al congresista por Nueva York acusado de fraude, blanqueo de dinero y otros delitos, y en su lugar acordaron remitir el asunto al Comité de Ética.
El representante Ritchie Torres, demócrata de Nueva York, tiene previsto presentar la resolución como «privilegiada», una designación que, según las normas del hemiciclo, requiere un sufragio en el pleno en el plazo de dos días legislativos.
Dijo que el «plazo probable» para presentar la medida a través del proceso acelerado es antes del receso de agosto.
«La censura pública es lo mínimo que podemos hacer para que George Santos rinda cuentas», afirmó Torres, citado por CBS News, al comentar que los republicanos tratan de protegerlo porque tienen una escasa mayoría en la Cámara de Representantes y necesitan su voto.
La censura es esencialmente una reprimenda pública formal de la Cámara para castigar una mala conducta que no llega a justificar la expulsión.
Normalmente, el miembro censurado debe permanecer de pie en el hemiciclo mientras se lee en voz alta la resolución en la que se detallan sus fallas.
Un borrador de tres páginas de la resolución, difundido por el propio medio de prensa, enumera una serie de falsedades que Santos refirió sobre su educación, su carrera y su familia.
El representante mitómano consideró que la presión para censurarlo demuestra que los demócratas «han perdido completamente el foco en el trabajo que deberían estar haciendo» y en su criterio es hora de que dejen el “ping-pong político”.
Pese a las imputaciones, Santos se declaró inocente de 13 cargos federales (fraude, lavado de dinero y otros delitos) y anunció que irá por la reelección el año que viene.
A diferencia de la expulsión, que necesita el apoyo de dos tercios, la censura requiere solo mayoría simple.
Por su parte, el presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, expresó el deseo de que el Comité de Ética actúe con rapidez para determinar si Santos debía ser sancionado.
Los demócratas tomaron ahora la iniciativa luego de que los republicanos castigaran en junio con el voto de censura al representante Adam Schiff, miembro de esa bancada por California, por su papel en las investigaciones del Congreso sobre el expresidente Donald Trump (2017-2021).
Schiff, fue el tercer integrante del Congreso de Estados Unidos que resultó objeto de censura en las últimas cuatro décadas.
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