La agencia Xinhua citó el último reporte del Banco Asiático de Desarrollo (BAD), en el cual el panorama de crecimiento para las economías de esta zona geográfica se mantiene en un 4,8 por ciento.
La demanda de exportaciones de productos electrónicos y otros bienes manufacturados se desacelera a medida que el ajuste monetario lastra la actividad en las principales economías avanzadas, refiere el texto.
No obstante, se espera que la inflación continúe cayendo, acercándose a los niveles previos a la pandemia a medida que disminuyen los precios del combustible y los alimentos.
Según el BAD, la demanda interna y la actividad de servicios impulsan el crecimiento, mientras que muchas economías también se benefician de una fuerte recuperación del turismo.
El reporte sobre Asia en desarrollo tiene en cuenta a 46 países de la región y excluye a Japón, Australia y Nueva Zelandia.
La economía china creció un 5,5 por ciento interanual en el primer semestre gracias a un consumo interno cada vez más fortalecido tras la Covid-19.
De acuerdo con el Buró Nacional de Estadísticas, esta cifra del Producto Interno Bruto ubica al gigante asiático entre las economías de más rápido crecimiento del mundo y marca un buen momento para el desarrollo del país.
Sobre este tema, el gigante asiático anunció nuevas políticas para restaurar y estimular el consumo, el cual mantuvo un comportamiento positivo durante el primer semestre con ventas minoristas superiores a los tres billones de dólares.
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