Con la llegada del mejor del planeta –sin dudas- al fútbol de Norteamérica dará un vuelco de 180 grados la forma en que, hasta ahora, se observó a la Major League Soccer (MLS).
Gerardo Martino, que es el nuevo técnico del equipo de la MLS y el que más veces dirigió al capitán de la selección Argentina, anticipó a la prensa la eventual presencia de Messi en el terreno del DRV PNK Stadium, en Fort Lauderdale.
Tampoco descartó el entrenador la participación de Sergio Busquets, excompañero de la Pulga en el Barcelona, otro de los recientes fichajes del Inter.
Dicen que los precios de las entradas para el juego entre Inter de Miami y el Cruz Azul, de la liga mexicana, alcanzaron precios impronunciables.
En otro momento, quizás, el duelo habría pasado inadvertido porque los amantes de los números recuerdan que el de esta noche será el enfrentamiento de los peores en cuanto a planteles.
El peor equipo de la MLS se medirá con el peor de la Liga MX, solo que el anuncio de un Messi, quien ya no tiene lugar en casa para colocar balones de oro, dio un giro de 180 grados al escenario.
También el deporte de las patadas a la pelota reserva para los próximos días mucho más para la afición.
El miércoles arribó a Los Ángeles el español Real Madrid que a partir del 23 de julio chocará con varios rivales de Europa, incluyendo al Barça, en una versión del Clásico en Estados Unidos.
Los del equipo merengue se las verán el domingo 27 de julio con el AC Milán en el Rose Bowl de Los Ángeles y se enfrentarán al Manchester United en el Estadio NRG de Houston, Texas.
Para el 29 de julio será la disputa con el Barcelona en el AT&T Stadium de Texas.
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