Según comunicó el ente, los experimentos se realizaron como parte del programa para crear combustible nuclear tolerante (ATF por sus siglas en ruso), que pueda ser empleado en situaciones de emergencia en las centrales nucleares. Incluso en caso de mal funcionamiento en el núcleo del reactor, el ATF ralentiza la aparición de una reacción de vapor de circonio, lo que contribuye a la liberación de hidrógeno, un gas explosivo.
La introducción del combustible de emergencia es un paso importante para mejorar la confiabilidad de la energía nuclear. «En teoría, el revestimiento de carburo de silicio no solo minimizará los riesgos, sino que eliminará por completo la reacción de vapor y circonio en las centrales nucleares”, precisó Rosatom.
Por lo tanto, la introducción de barras de combustible de carburo de silicio eliminará la necesidad de algunos sistemas de seguridad, y luego será más barato construir unidades de energía nuclear.
Los materiales a base de carburo de silicio tienen una alta resistencia mecánica, resistencia al desgaste, conductividad térmica, así como resistencia a la corrosión y la radiación, pero al mismo tiempo son frágiles y tienen baja plasticidad.
Además, su uso aumentará la eficiencia de los reactores modernos al incrementar el consumo de combustible y la duración de la campaña de combustible», dijo el experto del Instituto de Investigación de Alta Tecnología de Materiales Inorgánicos de Rusia, Fedor Makarov.
El carburo de silicio es potencialmente una de las opciones más prometedoras para el revestimiento de combustible ATF, pero al mismo tiempo es la más compleja tecnológicamente, pues su fabricación requiere de una tecnología completamente nueva, estiman los científicos de Rosatom.
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