Húngaros y griegos terminaron el encuentro con abrazo a 10 goles, por lo que fue necesario definir en tiros directos a puerta, de los cuales los vencedores anotaron cuatro, por tres de sus rivales.
Es el cuarto título mundial para Hungría, que ya se coronó en las ediciones de 1973, 2003 y 2013.
Por su parte, tras quedarse sin la posibilidad de defender la corona obtenida el año pasado en Budapest, la selección española derrotó 9-6 a Serbia para ganar la medalla de bronce.
Los ibéricos perdieron la víspera 11-12 en semifinales ante Hungría, con un gol en el último suspiro.
Esta medalla se une a la plata conseguida el viernes por la selección femenina, que perdió la final en los penales frente a Países Bajos.
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