Bowers, de 50 años, diseminó creencias supremacistas blancas a través de Internet antes organizar y ejecutar la matanza en la sinagoga del Árbol de la Vida, donde los miembros de tres congregaciones se habían reunido en la mañana de un sábado para rezar y estudiar.
El atacante también hirió a dos fieles y cinco policías que respondieron al tiroteo.
En los últimos años la violencia armada ha escalado en Estados Unidos y entre los hechos más connotados en lugares de culto están el de noviembre de 2017 en Texas, cuando un joven entró disparando a una iglesia bautista en Sutherland Springs, en el sureste de San Antonio, y mató a 26 personas.
El crimen no fue por motivos religiosos sino personales, a diferencia del ocurrido en 2015 en una iglesia metodista en una comunidad de mayoría negra en Carolina del Sur, donde nueve personas fueron ultimadas por motivos raciales.
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