En un comunicado dado a conocer este jueves, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnés Callamard, se refiere a un informe de su organización que presenta pruebas y testimonios sobre el enorme número de muertes de civiles, tanto en ataques deliberados como indiscriminados, así como actos de violencia sexual, golpes selectivos contra infraestructura civil y saqueos generalizados.
El documento señala asimismo que las normas internacionales son violadas gravemente, por lo que soldados y mandos individuales pueden ser considerados penalmente responsables de crímenes de guerra.
Amnistía Internacional señala que las partes en pugna, así como sus grupos armados afines, deben dejar de atacar a la población civil y garantizar el paso seguro de quienes buscan ayuda.
También refiere que deben adoptarse medidas urgentes para garantizar justicia y reparación a víctimas y sobrevivientes.
Por otro lado, la organización pidió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que extienda sin demora el embargo de armas a todo el país y aumente la ayuda humanitaria.
Según fuentes médicas sudanesas el número de muertos por la guerra supera los mil 100 pero estas cifras se consideran conservadoras por los analistas. Mientras, más de tres millones de personas huyeron de sus lugares de origen, tanto internamente como a países vecinos.
Los enfrentamientos en Sudán estallaron el pasado 15 de abril por contradicciones en medio de un proceso de integración de las Fuerzas de Apoyo Rápido, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, vicepresidente del Consejo Soberano de Transición (CST), al seno de las Fuerzas Armadas, y el jefe del Ejército y presidente del CST, Abdelfatá al Burhan.
Ambos con grado de general, se disputan el control del país después del derrocamiento en 2019 del presidente Omar al Bashir.
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