El Papa Se refirió a su viaje apostólico a Portugal, del 2 al 6 de agosto, para participar en ese evento juvenil, durante el cual visitó el pasado sábado el Santuario de Nuestra Señora de Fátima, y allí, según afirmó, “rogué a Dios que sanara al mundo de las enfermedades del alma: soberbia, mentira, enemistad, violencia”, pues de ellas “está lleno”.
“Mientras en Ucrania y en otros lugares del mundo se combate”, dijo Francisco, “la JMJ mostró a todos que otro mundo es posible, un mundo de hermanos y hermanas, donde las banderas de todos los pueblos ondeen juntas, lado a lado, sin odio, sin miedo, sin cierres, ¡sin armas!”.
En ese discurso, pronunciado a las 09:00 hora local en el aula Pablo VI de la Santa Sede, el Sumo Pontífice aseveró que en esa cita mundial en Lisboa “el mensaje de los jóvenes fue claro”, pero “¿lo escucharán los grandes de la tierra?, me pregunto, ¿escucharán ese entusiasmo juvenil que quiere la paz?”.
mem/ort