A través de una declaración aprobada en sesión plenaria, el Legislativo señaló que tales acciones (quema del Corán) fomenta el odio, la violencia, la intolerancia, xenofobia y la discriminación étnica-cultural contra los pueblos musulmanes.
Lamentó que las autoridades suecas crearan condiciones jurídicas e institucionales que fomentan conflictos interreligiosos e interétnicos, y hechos violatorios a los derechos humanos, en lugar de contribuir a la paz, fraternidad, reconciliación y la convivencia armónica.
El texto, exhortó a gobiernos, parlamentos, instancias de Naciones Unidas, organismos defensores de los derechos humanos y medios de comunicación, a rechazar dicho acontecimiento por ser violatorio del derecho internacional y de los pueblos.
Además, demandó al Gobierno sueco y a sus autoridades a tomar las medidas necesarias para evitar que se repitan tales hechos, los cuales ponen en riesgo la vida y la estabilidad emocional y espiritual.
El comunicado añadió que también se pone en riesgo la paz, la convivencia armónica y el ejercicio de los derechos culturales y religiosos de la comunidad musulmana.
Según reportes de prensa, el pasado 28 de junio en la capital de Suecia, en un acto de irrespeto, provocación y con el visto bueno del Gobierno, quemaron el libro sagrado del Islam.
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