Desde horas tempranas los capitalinos acompañan la pequeña figura de “minguito” en una procesión colmada de colorido, tradición, cultura y fe por las principales calles de esta urbe, para llegar a la iglesia de las Sierritas donde salió el santo hace 10 días acompañado de sus fieles.
“Aquí estamos disfrutando con mucha cultura, folklore, disfrutando de nuestra religiosidad y estas fiestas tradicionales de Managua las hemos vivido en paz, armonía y unión familiar, además del acompañamiento de las instituciones” expresó a la prensa la alcaldesa Reyna Rueda.
Los nicaragüenses devotos de Santo Domingo de Guzmán veneran su figura de distintas formas, mientras unos bailan al ritmo de comparsas, otros rezan o pagan sus promesas caminando de rodillas. “Cumplo 28 años de pagar promesa por el accidente de mi hija y aquí estamos cumpliendo con fe y devoción, pero sobre todo caminamos en paz y tranquilidad”, comentó a El 19 digital el capitalino José Martín.
Las fiestas patronales de la capital de Nicaragua tienen su origen en el siglo XIX y actualmente se desarrollan en dos escenarios principales: la procesión del santo católico y el desfile hípico y de carrozas.
Así, cada 1 y 10 de agosto se realiza la primera y segunda peregrinación, conocidas como “la bajada y subida del santo” a la que acuden cientos de nicaragüenses devota de Santo Domingo de Guzmán.
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