La dolencia provocada por el virus SARS-CoV-2 también puede aparecer meses más tarde, precisa la investigación divulgada por la revista Morbidity and Mortality Weekly Report.
El 16 por ciento de las personas estudiadas sus síntomas duraron al menos un año; pero para otros, aparecieron y desaparecieron, de ahí que no se deba subestimar o caracterizar erróneamente la verdadera carga de la enfermedad.
La persistencia del Covid-19 es asociada a una morbilidad significativa o a una reducción de la calidad de vida.
Incluso personas que dieron negativo al test para detectar el coronavirus, pero tenían los síntomas experimentaron fatiga, secreción nasal, dolor de cabeza, dolor de garganta, dificultad para respirar, dolor torácico, diarrea, falta de memoria y dificultad para pensar o concentrarse.
“Los participantes positivos al Covid-19 tenían más probabilidades de presentar síntomas en cada una de las categorías de síntomas al inicio del estudio, pero al final del año no había diferencias entre los que eran positivos y negativos”, resalta la fuente.
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