Las Cortes Generales, el nombre con que se conoce la instancia legislativa nacional, abren sus puertas el 17 de agosto y como primer paso, comenzarán intensos cabildeos para elegir a la mesa directiva del Congreso de los Diputados.
Cabe destacar que el titular de la Cámara Baja es la tercera autoridad en rango en España, después del rey Felipe VI, jefe de Estado; y del presidente del Gobierno, actualmente en funciones el socialista Pedro Sánchez.
El Senado, a todas luces, estará bajo dominio del conservador Partido Popular (PP), pero sus funciones tienen menor relevancia, por lo cual las primeras discusiones se enfocarán en la directiva del Congreso de los Diputados, a priori con mejores opciones para la izquierda.
Saldrá elegida la persona que se imponga en una primera votación por mayoría absoluta y, de no prosperar, se someterá a nuevos sufragios hasta alcanzar la mayoría simple.
Será entonces cuando Su Majestad podrá llamar a consultas a los grupos parlamentarios para preguntarles sobre las alternativas de investidura de un futuro Gobierno.
El PP, que alcanzó 137 escaños en las elecciones generales del pasado 23 de julio, no tiene la mayoría requerida (176) para asumir las riendas del Palacio de la Moncloa, ni siquiera con alianzas, aunque insiste en que llegaría a 172 puestos y un gesto del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) le daría el mandato.
Su líder, Alberto Núñez Feijóo, apuesta presentarse a la investidura con un eventual gobierno en minoría con los apoyos de Vox, UPN (Navarra) y Coalición Canaria.
Sin embargo, el PSOE de Pedro Sánchez podría conseguir una cantidad similar de puestos en pacto con el movimiento Sumar, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), EH Bildu y PNV del País Vasco y BNG de Galicia.
El detalle estaría en Junts de Cataluña, los independentistas de Carles Puigdemont, prófugo de la justicia, que con darle sus votos a la izquierda o abstenerse pudieran facilitar su investidura.
De no lograrse ninguna investidura Felipe VI plantearía otra coalición dispuesta a someterse al proceso, o la necesidad de convocar a nuevos comicios generales en el curso de 47 días.
Estos escenarios, que transitarán en el curso de los próximos dos meses, de momento están paralizados con el desplazamiento de 8,5 millones de ciudadanos que tomarán el puente largo por el feriado de la Virgen de la Asunción hasta el 15 de agosto.
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