La occidental provincia de Artemisa prepara para este sábado una jornada preevento en la que reinará la presencia de los tambores batá, a tono con el tema de este año que incluye los sonidos de instrumentos como identidad cultural.
Allí habrá evento teórico sobre este instrumento de percusión afrocubano y se realizará la presentación de los proyectos socio culturales Fantasía Yoruba en mí y Yordance.
Luego toca el turno a la competencia de toques de tambores batá y finalmente la premiación, y además ocurrirán presentaciones de agrupaciones rumberas.
El 16 de agosto en la vecina provincia de Mayabeque, en el museo de la localidad Sala de Etnología Religiosa Palacio de los Orishas, será la presentación del grupo portador Araosha.
Está en programa una visita a la exposición Etnos, del reconocido artista Nelson Domínguez.
Al mediodía está previsto el coloquio La rumba y los rumberos de Madruga y la presentación artística del Ballet Orisha Oko.
En el municipio mayabequense de Güines se realizará una visita al barrio Leguina, donde se encuentra enclavada La Capilla a Santa Bárbara y el Patio de Tatagüines, que rinde honor a uno de los rumberos más recordados y reconocidos de Cuba.
Ahí está la sede de la iniciativa comunitaria Los Tatagüinitos, que actuarán junto a la agrupación folklórica Rumberos de Mayabeque.
Ya en la antesala del festival Timbalaye 2023, en el habanero municipio de Marianao el próximo 19 de agosto, en la sede del Taller Danza y Percusión del Maestro Córdoba, se realizará la conferencia sobre Los Tambores Batá y su impronta en la fusión flamenca.
La XV edición del Festival Timbalaye, que se inaugurará el 20 de agosto, llevará de occidente a oriente de Cuba los sonidos del legado cultural africano, especialmente el ritmo de los tambores batá, hasta el 31 de agosto.
A través de la ruta de la rumba, Brasil tendrá presencia en este evento, además de la participación de México e Italia.
Para el comité organizador de la cita es importante ir a los barrios, identificar y exhibir el quehacer de los cultores de los ritmos autóctonos, e incorporar a los niños y jóvenes para que continúe viva la herencia afrocubana.
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