Reunidos en la sede de la misión diplomática caribeña en esta capital, funcionarios y sus familiares recordaron la fecunda vida de Fidel Castro, cuyo pensamiento y obra están presentes en cada batalla que libra el país, en especial en el servicio exterior.
Durante la ceremonia la joven Gabriela Castillo, en nombre de sus compañeros, reiteró el compromiso de lealtad a Fidel que es decir a la patria y ,además, fueron proyectados fragmentos de Oda a la Revolución, un documental dedicado al pueblo de Cuba.
Nacido el 13 de agosto de 1926 en Birán, actual provincia de Holguín (este), a Fidel intentaron eliminarlo físicamente en centenares de ocasiones.
Los servicios de la Seguridad del Estado de la isla identificó planes en distintas fases de desarrollo, llegando a ejecutarse más de un centenar.
Desde polvos y batidos envenenados, tabacos explosivos, trajes para bucear mortales hasta posibles bazucazos, el líder cubano salió ileso entre 1958 y 2000 a 634 complots para matarlo.
“Tan es así que el 2 de diciembre de 1959 un memorando del entonces jefe de la CIA para América Latina, coronel Joseph Caldwell King, advertía al director de la agencia Allen Dulles que la mejor manera de acabar con la Revolución cubana era asesinar a Fidel Castro”, dijo en su momento a Prensa Latina el general de división retirado Fabián Escalante, profundo estudioso del tema.
Fidel, una de las figuras políticas más sobresalientes del XX y principios del XXI, era un convencido de que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz. Partió a la inmortalidad el 25 de noviembre de 2016, a los 90 años.
En el monolito donde reposan sus cenizas en el cementerio Santa Ifigenia, en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, solo destacan las cinco letras de su nombre.
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