El titular, quien intervino en la XI Conferencia de Moscú sobre Seguridad Internacional, recordó que su país también tiene municiones de ese tipo en servicio, destacó este martes el ente de Defensa en su sitio oficial de Telegram.
Shoigú subrayó que este problema humanitario está relacionado con la decisión de Estados Unidos de suministrar municiones de racimo a Kiev.
«Las consecuencias del uso de tales armas para la población civil son bien conocidas. Anteriormente, los representantes estadounidenses habían declarado en repetidas ocasiones que el uso de municiones de racimo es un crimen de guerra, y no hay condena por ello, aseguró Shoigú.
El ministro refirió igualmente que en estos momentos las Fuerzas Armadas de Ucrania tienen casi agotado su recurso militar a pesar de la ayuda integral de los países occidentales.
El ejército ucraniano no consigue resultados, afirmó el ministro de Defensa ruso, y puso como ejemplo de ello a la tan promocionada contraofensiva estratégica, afirmó.
Según Shoigú, Estados Unidos, bajo el lema de apoyar a Kiev, está usando los arsenales militares de sus socios y, de hecho, despejando el mercado para los productos de su propia industria de defensa.
El ministro añadió que así los socios tendrán que aceptar limitar su soberanía en el ámbito de la seguridad a cambio de nuevas armas. «Otro ejemplo es Europa, donde la política de defensa está completamente subordinada a los intereses de Washington», recordó.
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