Las europeas consiguieron el triunfo con goles de Ella Toone (minuto 36), Lauren Hemp (71) y Alessia Russo (86), mientras Sam Kerr (71) anotó por las derrotas.
Sin la sancionada Lauren James, su principal inspiración en el ataque, las triunfadoras tuvieron en Keira Walsh a su gran referente en el medio campo para conseguir ventaja en un primer tiempo precavido para ambos equipos.
Las inglesas llegaron al descanso con diferencia de 1-0 gracias a un gol de Ella Toone a los 36 minutos, al sacar un disparo cruzado dentro del área.
Las australianas mejoraron la posesión del balón en el segundo tiempo aunque con dificultades para crear ocasiones de anotar.
Alentadas por cerca de 80 mil espectadores en el Stadium Australia, las locales empataron el encuentro en la parte complementaria con un fuerte remate de Sam Kerr al 63 para superar el salto de la portera inglesa Mary Earps.
Las campeonas europeas no se intimidaron ante el masivo apoyo del público a las locales y vigilaron de cerca a Kerr, figura del Chelsea inglés, a quien conocen bien, y controlaron a la habilidosa Mary Fowler para sellar el triunfo con dos tantos en la recta final.
Hemp aprovechó un descuido de la zaga australiana para poner el 2-1 al minuto 71 y luego Alessia Russo (86) puso el 3-1 definitivo para cerrar el duelo.
El éxito de las inglesas sepultó el sueño de las anfitrionas australianas de disputar la final del Mundial tras una campaña que las llevó a la primera semifinal de su historia.
Inglaterra enfrentará el próximo domingo por la corona a España, vencedora la víspera por 2-1 de Suecia en la otra semifinal.
El entrenador de Australia, Tony Gustavsson, admitió su decepción por el número de oportunidades perdidas para igualar el marcador hacia el cierre del partido.
«Estuvimos muy cerca de marcar el 2-2, pero terminaron anotando ellas. Fueron dos equipos que se respetaron mucho y se anularon mutuamente», comentó el técnico de nacionalidad sueca.
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