El CNE precisó mediante un comunicado que se desplegarán 53 mil efectivos de la Policía Nacional y 43 mil miembros de las Fuerzas Armadas, quienes resguardan desde la noche del 16 de agosto todos los recintos electorales.
Asimismo, las autoridades explicaron que la Mesa de Seguridad Electoral se encuentra activada ante cualquier emergencia que se pueda suscitar y cuenta con la cooperación de más de 16 instituciones del Estado.
Este proceso tiene lugar mientras el país sufre una escalada de la delincuencia, el crimen organizado y la violencia política, al punto de que un candidato presidencial fue asesinado la semana pasada (Fernando Villavicencio) y otro atravesó una balacera en su cierre de campaña este jueves.
En estos momentos, Ecuador se encuentra en estado de excepción decretado por el presidente Guillermo Lasso, pero esa medida la ha adoptado en más de 10 ocasiones anteriores sin resultados efectivos, pues el número de muertes violentas continúa en ascenso.
La víspera, el ministro del Interior, Juan Zapata, llamó a la ciudadanía a acudir a las urnas con tranquilidad y apuntó que 44 candidatos, en su mayoría de las provincias de Esmeraldas, Guayas, Manabí, Cañar y Santo Domingo, solicitaron protección.
El titular señaló que el domingo se establecerán tres puestos de mando unificado, a nivel nacional, para monitorear minuto a minuto cómo transcurre la votación.
Más de 13,4 millones de ecuatorianos están convocados el 20 de agosto a las urnas para elegir al sucesor de Guillermo Lasso y también para renovar la Asamblea Nacional (Parlamento).
Simultáneamente, se deberán pronunciar en un plebiscito que propone detener la extracción de petróleo en el amazónico Parque Nacional Yasuní, y los residentes en el municipio de Quito deberán decidir sobre la prohibición minera en el Chocó Andino, reserva de la biosfera en el noroccidente de la capital.
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