La factoría fue levantada a toda prisa durante la época de la I Guerra Mundial y ahora sirve para instalar la exposición “Am Seegarten”, según anunció el sitio ABC Cultura.
Este complejo donde un día pronunciaron discursos, tanto Hitler, como Honecker, ofrece ahora una estética de zona cero que sirve de marco a presentaciones individuales, entre ellas, las esculturas mínimas recicladas de Dan Peterman o las fotografías de los anónimos Cambridge Climbers.
Aunque el visitante no es capaz de discernir si las tuberías rotas o las grietas en las paredes forman parte de las obras de arte, esta especie de experimento tiene suficiente éxito como para dar lugar a una secuela permanente, acotó ABC Cultura.
Muchos galeristas se “apuntaron a la aventura artística”, comentó la página, y la obra se exhibirá este otoño en la National Portrait Gallery de Londres.
La clave de esta muestra expositiva recae en que dichas manifestaciones artísticas no son posibles en los espacios habituales de las galerías de Berlín, por tanto, contribuyen a un nuevo arte.
Este inmueble está poblado de las artes berlinesas y aún quedan más de 50 edificios vacíos que los organizadores esperan poblar también en el futuro con esta mezcla de estudio-taller-almacén-exposición.
Si el proyecto cuaja o no, el tiempo lo dirá, expresaron los promotores, pero de momento la iniciativa anima el verano cultural de Berlín y recupera su espíritu perdido.
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