«El legado de Harry Belafonte, desde la música hasta el cine y los derechos civiles, no tiene paralelo», dijo el alcalde citadino Eric Adams durante la ceremonia de entrega de la distinción a su familia.
Destacó que Belafonte supo equilibrar “el arte y el activismo con una voz que traspasó las fronteras raciales y trascendió los límites del estudio de grabación”, reseñó el diario Amsterdam News.
Harold George Belafonte, Jr., nació en el barrio neoyorquino de Harlem el 1 de marzo de 1927 en el seno de una familia de inmigrantes antillanos.
Conocido como ‘el Rey del calipso’, por popularizar este estilo musical caribeño de la década de 1950, su canción más renombrada que, además, lo llevó al primer puesto en las listas de éxitos en 1957, es Day-O (The Banana Boat Song), incluida en su exitoso álbum Calypso, de 1956, que formaría parte de los más de 40 discos grabados a lo largo de su carrera.
Belafonte fue uno de los pocos artistas afroamericanos y estadounidenses en general en obtener el título «EGOT», lo cual quiere decir que ostentó premios Emmy (televisión), Grammy (música), Oscar (cine) y Tony (teatro).
También fue merecedor, entre otros, de la Medalla Nacional de las Artes en 1994 y el Premio Humanitario Jean Hersholt en 2014.
Fuera del ámbito artístico dedicó se dedicó a la lucha por la justicia social, de ahí su activa participación en el Movimiento por los Derechos Civiles de la década de 1960 reflejado en la Marcha sobre Washington en 1963, que este 28 de agosto cumple 60 años.
Encabezó igualmente numerosas iniciativas nacionales e internacionales, como la grabación del sencillo benéfico ‘We Are the World’ para aliviar la hambruna en África, que en 1985 se alzó con un Grammy, y se desempeñó como Embajador de Buena Voluntad de Unicef desde 1987 hasta su muerte el 25 de abril de 2023.
Belafonte fue un gran y fiel amigo de Cuba y su líder histórico Fidel Castro. Su nombre figuró entre las personalidades que en Estados Unidos respaldaron la causa por la libertad de los cinco antiterroristas cubanos que cumplieron largas e injustas penas en cárceles de este país.
Precisamente por su invariable postura hacia la isla, en 2020 le fue otorgada al actor, músico y activista social la Medalla de la Amistad, que confiere el Consejo de Estado de la República de Cuba.
Tras la noticia de su fallecimiento, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, expresó en su cuenta en Twitter que con su partida Estados Unidos y el mundo perdían a «un artista y ser humano extraordinario», y el pueblo de Cuba despedía «a su amigo solidario e inolvidable”.
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