En diálogo con la prensa, el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino; y la directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, explicaron que, rumbo a Estados Unidos, el auge de esos flujos- más de 300 mil personas en tránsito en lo que va de año por la selva de Darién, en la frontera con Colombia- impacta de manera negativa en el Parque Nacional.
Pino señaló que a pesar de todos los esfuerzos, las reuniones con los países involucrados, no ha sido posible lograr un alto y actualmente ingresan cada día entre dos mil 500 y tres mil personas, situación que rebasa a las autoridades locales.
“Panamá ha manejado responsable y humanitariamente la situación”, precisó, pero en este año se han erogado más de 60 millones de dólares en la atención de salud, alojamiento y alimentación de los caminantes ilegales.
La nueva estrategia de comunicación, dijo, busca desincentivar el flujo migratorio por el Darién mostrando la realidad a lo que se enfrentan quienes emprenden esta peligrosa travesía.
Agregó que Darién es un pulmón natural que está siendo devastado y ya existe un serio problema ambiental.
El parque fue declarado Sitio del Patrimonio Mundial y reconocido como Reserva de la Biosfera, lo que obliga al istmo a mantener criterios sobre la protección e integridad del vasto territorio y la preservación del recurso hídrico, entre otros compromisos, según precisó.
El funcionario anunció que la próxima semana representantes de seis ministerios estarán visitando el área para tomar decisiones.
Por su parte, Gozaine comentó que es preocupante la cantidad de niños que se están atendiendo en los refugios.
No hay nada de humanitario, dijo, en que se permita este flujo irregular de seres humanos en donde se dan violaciones a mujeres, niños y hombres, donde les roban y los violentan, “nos hemos quedado solos”, remarcó.
Además explicó que en el año 2016 se reportó el paso de 25 mil 407 migrantes irregulares y para este año ya se han desplazado más de 308 mil personas por Darién con una proyección que puede alcanzar el medio millón de personas.
El pasado martes, durante las sesiones de la IV reunión plenaria de las conferencias regional y suramericana de migraciones, la propia Gozaine instó a sus pares de 23 naciones de la región a cerrar las fronteras o mitigar el ingreso indiscriminado de migrantes por Darién.
En ese sentido, instó a asumir responsabilidad ante la migración irregular y dijo que los panameños son víctimas de las naciones con cielos abiertos, que permiten el paso indiscriminado de personas hacia la selva del Darién.
La titular de Migración sostuvo que no se trata de una movilidad humana forzada, sino que le venden a los viajeros el sueño americano y les dicen que es fácil pasar de frontera a frontera, porque están protegidos por derechos humanos muy mal entendidos y que los países no los podemos detener.
Ante el auditorio, también si realmente es humanitario que violen a las mujeres o que estas la paguen con sus hijos al crimen organizado del Clan del Golfo, que controla esos flujos.
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