Con un movimiento fuerte de solidaridad con Cuba, los activistas de ese territorio moldavo manifestaron su apoyo al pueblo de la nación caribeña ‘en su intención de seguir construyendo y fortaleciendo un Estado fuerte ye una sociedad socialista justa’, apuntó la declaración.
La denuncia señaló que la isla antillana no posee armas nucleares, no tiene bases militares en territorios extranjeros, sin embargo en el suyo todavía existe de manera ilegal una base militar estadounidense. ‘Exigimos que esta base se retire de Cuba soberana’, indicó el texto.
A la vez, manifestaron su indignación por la inclusión de Cuba en la unilateral lista estadounidense de países que no colaboran en la lucha contra el terrorismo.
En tal sentido, respaldaron las palabras de la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, quien en días recientes dijo que si Cuba puede ser incluida en alguna lista, sería en la de los pioneros de la solidaridad con el mundo entero en la lucha contra la Covid-19.
El llamamiento exigió la erogación de la ley estadounidense Helms-Burton y los intentos de Washington de obligar al mundo a obedecer esa legislación extraterritorial, aplicando severas sanciones a los ciudadanos y empresas de aquellos países que cooperen con Cuba.
La carta recordó que mientras EEUU acusa a La Habana de violar los derechos humanos, en la isla, pese al bloqueo, los cubanos cuentan con educación y medicina gratuita de alta calidad, la cual ofrecen a muchos países del mundo.
Es Estados Unidos el que viola el derecho de un pueblo entero de disponer de su propio destino, a través de una política brutal que restringe el derecho de Cuba a vivir y desarrollarse en iguales condiciones iguales de otros países, aseguró.
‘Declaramos una vez más que el bloqueo contra Cuba es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos, es fascismo y genocidio contra un pueblo entero, es decir, un crimen de lesa humanidad, una vergüenza para la humanidad de los siglos XX y XXI’, subrayó.
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