De acuerdo con un comunicado divulgado por la oficina de prensa de la Santa Sede, el Sumo Pontífice partirá este jueves desde el Aeropuerto Internacional de Roma/Fiumicino y llegará a las 10:00, hora local, del 1 se septiembre a la Terminal Aérea Gengis Kan, de Ulán Bator, donde se realizará un acto oficial de recibimiento.
El 2 de septiembre se le dará la bienvenida oficial con una ceremonia en la Plaza Sukhbaatar, de la capital mongola, y posteriormente el papa se dirigirá al Palacio de Gobierno para realizar una visita de cortesía al presidente de la República, Ukhnaagiin Khürelsükh.
También está previsto un encuentro del Sumo Pontífice con otras autoridades, representantes de la sociedad civil y miembros del cuerpo diplomático, en el palacio de Estado, así como un contacto con el presidente del Parlamento (Gran Hural de Estado), Zandanshatar Gombojav.
Con posterioridad, tendrá una reunión con el primer ministro Luvsannamsrain Oyun-Erdene y se prevé otra en la catedral de San Pedro y San Pablo con obispos, sacerdotes, misioneros y agentes de la pastoral.
El domingo se efectuarán en el Teatro Hun un encuentro ecuménico e interreligioso y una Santa Misa en el estadio Arena de las Estepas.
Las actividades del 4 de septiembre comenzarán con su encuentro con obreros de la caridad y la inauguración de la Casa de la Misericordia, y se realizará la ceremonia de despedida de Francisco en el Aeropuerto Internacional Gengis Kan, tras la cual partirá al mediodía con destino a Roma.
En el marco de este viaje se conmemorarán los 30 años del establecimiento de relaciones oficiales entre ambos estados, aunque los contactos bilaterales datan de 1200 durante el pontificado de Inocencio IV.
Mongolia es un país con una extensión de mil 564 millones de kilómetros cuadrados y apenas tres millones 348 mil habitantes, de los que solo el 0,04 por ciento son católicos y el 53 por ciento profesa el budismo.
El tema elegido para poner de manifiesto el espíritu de este viaje apostólico, el número 43 del papa a sus 86 años, es Esperanzándonos juntos, y con el mismo, según precisa la oficina de prensa vaticana, se pretende “resaltar los dos aspectos de la visita del Santo Padre, que es a la vez una visita pastoral y una visita de Estado”.
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