La coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la zona de Adré, Susana Borges denunció que muchas de estas personas llevan cinco semanas sin recibir comida y,en algunos casos, tampoco disponen de utensilios donde poder cocinar.
La guerra entre el Ejército de Sudán y los paramilitares obligó a más de 4,5 millones de personas a abandonar sus hogares y se estima que a Chad llegaron ya más de 400 mil refugiados, de ellos, unos 60 mil son chadianos que vivían en Sudán y ahora retornaron.
Por otra parte, la jefa de emergencias de MSF, Trish Newport, denunció que la situación en el este de Chad es de suma prioridad y puede deteriorarse aún más si la ayuda no llega de forma rápida.
Asimismo, se reportan casos de malaria, diarrea y desnutrición, así como violaciones a los derechos humanos de los refugiados, durante su viaje de huida a Chad.
Los enfrentamientos en Sudán estallaron el pasado 15 de abril por contradicciones en medio de un proceso de integración de las Fuerzas de Apoyo Rápido, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, vicepresidente del Consejo Soberano de Transición (CST), al seno de las Fuerzas Armadas, y el jefe del Ejército y presidente del CST, Abdelfatá al Burhan.
Ambos con grado de general, se disputan el control del país después del derrocamiento en 2019 del presidente Omar al Bashir.
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