Al subrayar en duros términos el comportamiento “totalmente inaceptable” del hasta entonces presidente de la RFEF, Luis Rubiales, en la final del Mundial femenino el pasado día 20 en Sídney, también aprovechó para aplaudir al equipo con la promesa de rendirle los homenajes merecidos.
“A su debido tiempo, tengo la intención de devolverles el protagonismo y celebrar sus logros como se merecen”, anticipó el titular interino de la federación, Pedro Rocha.
El dirigente del balompié español deploró en una carta el «comportamiento totalmente inaceptable de su máximo representante institucional durante la final y en los momentos posteriores, que no responden en absoluto a los valores del conjunto de la sociedad española, de sus instituciones, de sus representantes, de sus deportistas y de los dirigentes del deporte español».
La misiva, bajo la firma de Rocha, fue dirigida a la FIFA, UEFA, federaciones nacionales, futbolistas y especialmente a las integrantes de los elencos de España e Inglaterra, protagonistas de la final de Sídney, así como a todos los amantes del deporte.
«El daño causado al fútbol español, al deporte español, a la sociedad española y al conjunto de los valores del fútbol y del deporte ha sido enorme. Nos sentimos profundamente apenados por el daño causado y por ello, desde esta RFEF debemos pedir las más sinceras disculpas y adquirir un compromiso firme y absoluto de que hechos como estos no puedan volver a suceder nunca más», precisó.
Además de enfocar lo ocurrido en una actitud personal, el texto aseguró la determinación del organismo para aportar el soporte necesario al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y del Consejo Superior de Deportes (CSD) para que el expediente abierto a Rubiales se resuelva «de manera definitiva lo antes posible.
«El compromiso de todos (en la RFEF) es unánime y firme para disponer en los próximos días de todo un conjunto de actuaciones que mejoren la gobernanza de la Federación y permita reparar, en la medida de lo posible, el daño causado”, recalcó.
Durante esta fecha, la entidad comunicó al entrenador Jorge Vilda su destitución al frente de la selección femenina campeona mundial en Australia.
Decidió poner fin a la labor de Vilda en calidad de seleccionador absoluto y director técnico del fútbol femenino.
El preparador se encontraba al frente del conjunto desde 2015 y su cercanía con Rubiales, además de aplaudirle a finales de agosto cuando el federativo anunció que no dimitiría de su cargo, terminó por sentenciar su salida al frente de la Roja.
De 42 años, llegó al combinado nacional en 2015 en sustitución de Ignacio Quereda, tras sus etapas al frente de la sub17 y la sub19. El pasado 20 de agosto logró el mayor éxito de su carrera, al coronarse España campeón de la Copa Mundial de Australia y Nueva Zelanda, luego de vencer en la final a Inglaterra 1-0.
Sin embargo, un beso en la boca no consentido de Rubiales a la jugadora Jenni Hermoso durante la ceremonia de premiación en Sídney, además de gestos obscenos del federativo en el palco de honor que compartía con la reina Letizia, hicieron estallar un escándalo de proporciones enormes.
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