Esta postura fue expresada por el jefe de la diplomacia durante su recibimiento a una delegación de Sudáfrica, en presencia del embajador de esta nación africana en Damasco, Barry Philip Gilder.
Los sirios se sienten orgullosos por sus relaciones históricas y la cooperación existente entre los dos países en diversos campos y en varios niveles, dijo Al-Mekdad.
Denunció que la guerra pretendía debilitar las capacidades nacionales y destruir la infraestructura del país.
Hizo referencia al impacto inhumano e inmoral de las medidas coercitivas unilaterales impuestas a Siria ya que obstruyen la entrega de ayuda humanitaria e impiden la recuperación y asegurar las necesidades para aliviar el sufrimiento de su pueblo.
A su vez, el embajador Gilder indicó que Pretoria no cree en las sanciones impuestas a Siria, y reiteró la firme posición de apoyar a esta nación levantina ante al terrorismo.
La entrega de cualquier tipo de ayuda se coordina con las autoridades gubernamental para garantizar su llegada a quienes la merecen, dijo el diplomático.
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