Los últimos acontecimientos en la situación y los retos que enfrenta Sudán centraron el encuentro entre el monarca qatarí y su huésped, quien combate desde el pasado 15 de abril con su exaliado devenido enemigo mortal, el caudillo Mohamed Hamdan Dagalo, jefe de las Fuerzas de Apoyo Rápido, (RSF, en inglés).
Poco antes de la partida del presidente del CST con rumbo desconocido, en Jartum los medios oficiales difundieron un decreto oficial en virtud del cual las RSF quedan disueltas.
El presidente del CST también visitó Egipto y Sudán del Sur, cuyos presidentes, Abdel Fattah el Sisi, y Salva Kiir, se ofrecieron como mediadores en el conflicto, cuya raíz es la exigencia de al Burhan de que las RSF sean absorbidas por el Ejército junto a sus armas.
Además de costar la vida a unas cinco mil personas, según estimados conservadores, la lucha por el poder entre ambos contrincantes provocó un éxodo de unos cinco millones de seres humanos de los cuales alrededor de la quinta parte buscaron refugio en países vecinos.
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